Aun me estoy recuperando de la hostia que me han dado, pero creo que ya estoy más o menos recuperado para poder escribir esto.
El caso es que me he tenido que presentar a unos exámenes que, además de ser jodidísimos, son una farsa.
Te absorven la vida, literalmente.
Pero no voy a hablar de eso.
Resulta que cuando está sometido a la carga que supone estudiar para una prueba muy difícil, en la que además te juegas tu puesto de trabajo, los nervios están tensos como cuerdas para estrangular.
El sistema nervioso, al completo, está sobrecargado.
¿Y ésto que tendrá que ver con el entrenamiento?
Pues que si estás siguiendo un entrenamiento serio, supongo que estarás entrenando la fuerza máxima, entre otras cosas.
¿Qué pasa con esto?
Pues que cuando haces sentadillas, pesos muertos y press sobre la cabeza con cargas en torno al 90-95% de la carga máxima, eso sobrecarga el sistema nervioso también (como ya os expliqué en "La importancia de la Fuerza").
Las repercusiones de ambos factores juntos son muy graciosas (jajá!?):
- Dificultad añadida para dormir.
- Tics nerviosos a casco porro.
- Presión sanguínea por las nubes.
- Bajo rendimiento en la concentración.
- Bajo rendimiento en la fuerza sostenida.
- Capacidad cardiorrespiratoria reducida.
- Reaccionas a lo bestia por cualquier cosa que te moleste (vamos, que no aguantas a nadie).
- ETC.
Vale, podrás pensar que al estar los nervios más tensos, te vendrá mejor el entrenamiento para relajarte. Pero eso depende del tipo de entrenamiento que hagas.
Si un día tienes muchas ganas de levantar chorrocientos kilos por encima de la cabeza, podrás hacerlo, y lo gracioso es que te resultará más fácil de lo normal. Pero te fatigarás antes y tendrás las consecuencias que te he descrito.
Así pues, mis recomendaciones son:
- SÍ puedes entrenar la fuerza máxima, pero NO con un volúmen de trabajo alto. Es decir, dos o tres series cortas, en vez de 10 (sí, así la entreno yo, entre 8 y 10 series de 2-3 repeticiones de 90-95% del peso máximo). Y con muy baja frecuencia; en mi caso una o dos veces por semana, en vez de 4 o 5.
- Realiza entrenamientos de, como mucho, 30-45 minutos. Porque, más tiempo, no sólo te haría sentir culpable (por no estar estudiando), si no que más tiempo, te empezará a cargar los nervios, que ya estarán fatigados de por sí, y empezarás a estar menos concentrado y a cometer errores que te podrían costar una lesión (créeme, porque hablo por experiencia). Además, empezarás a sentirte muchísimo más cansado de lo normal, te costará respirar y el ritmo cardíaco se te disparará, y eso, a la larga es malísimo para la patata.
- Procura entrenar con pesos de mantenimiento, es decir con los que puedas realizar entre 6 y 12 repeticiones. Eso te ayudará a movilizar muchas veces los músculos, lo que es bueno para eliminar los productos de desecho que se acumulan en algunos tejidos cuando estás sometido a estrés, y a mantener el riego sanguíneo en condiciones adecuadas. Date cuenta que, en situaciones de estrés, al estar tensos, entre otras cosas, las venas y arterias están "apretadas", por lo que la presión sanguínea es más alta (y eso es algo muy jodido). Al "bombear" con los músculos periféricos, mejoramos el flujo de sangre por todo el cuerpo y le quitamos trabajo al corazón. O sea, que alivia la presión. O sea que, guay!!
- Debes mentalizarte de que si lo más importante es el resultado del exámen o lo que te juegas en él, debes priorizar. Es decir, mantén tu entrenamiento en un nivel en el que no te exijas nada más que mantenerte tan mierdecilla como hasta ese momento. Pero no, entrenes a lo bestia. Lo importante, supongo, será el exámen.
- Entrena para relajarte. Te puede servir para mejorar. Está demostrado que un cambio en el entrenamiento puede servir para que el cuerpo pueda curarse y le resulte más fácil adaptarse y retomarlo con mejores resultados.
- Pero no dejes de entrenar!! No utilices los exámenes como una excusa. No seas taan mierda!!
Recuerda que tu entrenamiento no es símplemente entrenar, es intentar crecer en todos lo sentidos y superarte constantemente. Es parte de tu vida, una parte muy importante. Algo que constántemente te obliga a hacerte mayor. Hacerte MÁS.
¿Qué mejor oportunidad para demostrarte tu fuerza que en una ocasión así?
Recuerda lo que decía el maestro Mutenroshi:
"Moverse mucho, estudiar mucho, divertirse mucho, comer mucho y descansar mucho"
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