Blog dedicado al crecimiento físico, mental y espiritual (si place). Inspirado por la Naturaleza. Procuro estar informado constantemente sobre todo lo que pueda hacerme mejor en todos los sentidos, entrenamientos, nutrición y pensamiento. A veces, escribiré alguna reflexión, ten paciencia. Pregunta cualquier duda que te surja sobre cualquier cosa y te prometo que algo responderé. Quiero aprender mucho, y la mejor forma de aprender es enseñar. Soy cabezólogo, así que sé de lo que hablo.
jueves, 31 de marzo de 2011
¡¡CALLA, MEMO!!
Que si me duele esto. Que si me duele lo otro.
Que si estoy triste por esto, que si por lo otro.
¡Ay, que malito estoy!
Que qué tal?... Pues regular, estoy pasando "nosequé" que me hace estar "tal" o "cual", o estoy hecho polvo por "tal".
¡¡VALE YA!! ¡¡DEJA DE LLORIQUEAR!!
¿Sabéis que el llanto, de esta forma, es un vestigio de cuando somos bebés, y su única función es llamar la atención?
La mayoría de la gente se pasan horas hablando únicamente de lo mal que están, lo mal que se sienten, cuanto les duele algo (o todo), etc.
Desde pequeños aprendemos que el llanto es la forma de pedir a alguien que venga y solucione nuestros problemas. Por eso, cuando te vas haciendo mayor, y te duele algo o no te encuentras del todo bien, lo repites una y otra vez, porque, en el fondo crees que así algo o alguien te lo va a solucionar. Vamos que crees que a base de decirlo mucho, se te va a pasar.
Como la sociedad fomenta precisamente eso, que es de lo que habla la gente más a menudo, según vamos creciendo aprendemos nuevas y más elaboradas formas de quejarnos y lloriquear, de manera que, cuando se alcanza la vejez, tenemos toda la vida de experiencia en lloriquear y lamentarse. Es más, al llegar la vejez, el cuerpo empieza a dar problemas, así pues, hay más motivos para quejarse, por lo que muchos centran sus vidas en sus achaques, principalmente.
Y digo yo:
A todos nos duele algo en algún momento o siempre. De hecho, estar vivo implica sentir dolor.
Básicamente, si no sientes ningún dolor es que probablemente estés muerto.
Por tanto, si te duele algo, es que estás vivo.
Además, cuanto más repitas lo mal que crees estar, más caso le estás haciendo a ese malestar. Es decir, más pendiente estás de ello, por lo que no solo no se te va a pasar, si no que quizá incluso aumente. Es como cuando un niño se pone "pestoso" porque quiere algo, cuanto más caso le hagas peor.
Que pasa con esto, que entre otras muchas cosas malas, la gente se ha convertido en una masa quejumbrosa, a los que les sobra de todo, pero que, aun así, se quejan constantemente para que les hagan caso. Se convierten en hipocondríacos, ya que así tienen más motivos para quejarse y más probabilidades de ser el centro de atención.
Por que crees que la pregunta más común es "¿Qué tal?", que actualmente quiere decir:
"¿Te pasa algo malo que quieras contarme?, porque a mí sí y estoy deseando decírselo a alguien"
Lo más gracioso es que casi todos los dolores, malestares y problemas son pasajeros, y de muchos de ellos conocemos perfectamente la solución
¿No es mejor, hablar de las cosas buenas que te pasan?, ¿de las curiosidades de la vida (que hay muchísimas)?, ¿de los éxitos que consigues? y ¿de las cosas malas que han dejado de pasarte o se han solucionado?
¡Ojo!, que no digo que compartir tu dolor sea malo, o incluso mostrarlo abiertamente. Al contrario, es bueno, e incluso, necesario, a veces, cuando de verdad lo sientes, es síntoma de sinceridad y confianza. Si tienes que llorar, DE VERDAD, llora, y te liberará.
Pero pasarse, como con todo, es malo.
No seas tan memo, no te quejes tanto, porque motivos para quejarte vas a tener siempre, pero motivos para alegrarte, si lo piensas, también. Menos, pero tendrás. Pues, ¡joder!, habla de ello, que será mejor.
Que sois todos "mu memos".
martes, 29 de marzo de 2011
El Rey de los Ejercicios con Pesas
Es el Peso Muerto (Deadlift, en inglés), en mi opinión.
Para los que no lo conozcáis, este ejercicio consiste en cargar la barra larga de pesas con un montón de peso. Agacharte, cogerlo y levantarlo. Ya está. Más o menos.
Ha sido utilizado desde ni se sabe por todos los que han querido aumentar masa y fuerza a lo bestia, porque funciona y porque sólo necesitas la barra y los discos, no es difícil de aprender.
Si preguntas por él en un gimansio te van a decir que es mejor hacer otros ejercicios (para nenazas) con las super maquinitas que tienen, y que el Peso Muerto te hace daño en la espalda (Juá!). También te van a decir que el mejor ejercicio es la Sentadilla con barra, pero yo creo que es más completo el Peso Muerto, porque trabajas también músculos desde la espalda media hasta los brazos.
La técnica correcta:
- Coloca los pies de manera que la barra quede más o menos por encima del centro de tus pies, y separados una distancia un poco menor que la anchura de tus hombros.
- Flexiona las piernas, como si fueras a sentarte, y dobla la espalda en un ángulo de 45º, hasta llegar a agarrar la barra.
- Contrae los glúteos. Aprieta la barra fuertemente con las manos, como si la estrujases. Mantén la espalda recta y los hombros hacia atrás (como si sacases pecho), y la cabeza como si mirases un poco hacia arriba.
- Haz fuerza con las piernas, presionando con los talones en el suelo, y ve levantando el peso. Mantén la barra pegada a tu cuerpo.
- Cuando la barra supere las rodillas, comienza a estirar la espalda (mantén siempre la espalda recta), hasta quedar totalmente erguido.
- Los brazos deben permanecer estirados en todo momento.
- Baja el peso, si puedes dejándolo caer, o procurando dejarla sin romper nada (incluido tú mismo).
Para mejores explicaciones, en la Red hay muchas, mucho más técnicas y hechas por "super expertos".
Trabajas casi todos los músculos de las piernas (glúteos, cuádriceps, isquiotibiales, etc.), los de la espalda baja, los dorsales, los deltoides (sobre todo los medios y posteriores), los trapecios, los pronadores de los dedos (el agarre), los plantares de los pies, etc. principalmente.
Hay múltiples variaciones de este ejercicio y cito las más conocidas:
- Sobre plataforma, hasta quedar la barra a la altura de los tobillos: Aumenta el trabajo de piernas.
- Con agarre ancho (snatch grip): aumenta el trabajo de manos, espalda alta y trapecios.
- Con los pies muy separados y los brazos entre las piernas (sumo deadlift): aumenta el trabajo de los glúteos y reduce el estrés en la espalda.
- Con las piernas casi estiradas (romanian deadlift): aumenta el trabajo de la espalda baja, femorales y tensores de la cadera.
- Con la barra por detrás de los tobillos (sentadilla Hack): trabajas más los cuádriceps.
Es un ejercicio de cuerpo entero, es decir, trabajas la mayoría de los músculos del cuerpo.
Tiene la desventaja de que sólo puedes entrenar con el peso que puedas agarrar. Pero, yo creo que eso está bien, ya que, si os pasa lo que a mí, y vuestro punto débil son las manos, las vais a fortalecer "a lo bestia".
Te recomiendo combinarlo con algún Press (militar, lateral, fondos, etc.).
Si lo practicas, empieza con poco peso para aprender la técnica correctamente, y evitar riesgo de lesión. Luego te recomiendo ir aumentando el peso entre 4 y 5 kg por semana, para no pasarte. Trabaja en un rango de repeticiones entre 1 (con peso máximo) y 6 (aproximadamente 80% de tu máximo) y entre 7 y 5 series (7x1-3 o 5x4-6).
Si se te da bien el inglés te recomiendo leer un artículo de un tío que sabe de lo que habla. En la página donde está hay mucha información sobre entrenar a lo bestia, pero es casi todo con pesas. Ahí os dejo el enlace:
http://www.t-nation.com/free_online_article/sports_body_training_performance/dissecting_the_deadlift
Te aseguro que notarás los resultados, tanto en fuerza como en volumen muscular en todo el cuerpo. Además, si te preocupa quemar grasa, al utilizar mucho tantos músculos, tu metabolismo lo notará durante un día o dos (vas a comer más).
Yo lo he notado muchísimo.
Y recuerda que no entrenas para una competición, entrenas para superarte a ti mismo.
domingo, 27 de marzo de 2011
Entrenamiento Mental I
Como dije al principio, este blog no está sólo dedicado al pensamiento o entrenamiento físico. Está dedicado al crecimiento personal en todas las dimensiones.
Aquí plasmo,el que espero sea el primero de una serie de métodos para entrenar tu consciencia. Es decir, para poder llegar a darte cuenta, totalmente, de lo que piensas y, sobre todo, POR QUÉ lo piensas, así como que te hace actuar y ser como eres.
Este método de entrenamiento es relatívamente sencillo, pero requiere concentración. Es, no obstante, el de nivel más básico, pero que te puede servir para siempre. Una vez que seas capaz de hacerlo de forma automática, verás que ya no podrás decir eso de "me ha venido a la cabeza nosequé y no sé por qué".
Puedes empezar a entrenar dando un paseo, poniendo la "tele", escuchando la radio, teniendo una conversación transcendental (o intranscendente, si lo prefieres), etc.
Estés donde y como estés, puedes empezar este entrenamiento parándote un momento (es como dar al "pause") y analizando qué estás pensando en ese momento.
A partir de ahí, debes dar un paso atrás y ver qué es lo que te ha llevado a ese pensamiento, es decir: teniendo en cuenta las asociaciones mentales que puedes realizar a partir de ese dato, así como de los sentimientos que te han hecho (inconscientemente) escoger una de ellas en particular.
Si lo has conseguido fácilmente, intenta llegar al pensamiento/sentimiento que te hizo llegar a ese mismo.
Y así sucesívamente.
Parece una tontería y puede parecer fácil, pero te aseguro que poder llegar, en cualquier momento, a la raíz del pensamiento y "movimientos mentales" (sentimientos, sensaciones, asociaciones lógicas, etc.) de "se me ha venido a la cabeza algo y no sé por qué" es muy, muy, muy difícil. Pero cuando lo consigues, es algo impresionante.
Ten en cuenta que ser consciente, en todo momento, de por qué piensas algo y qué piensas realmente significa pasar de ser inconsciente a ser totalmente consciente, lo que significa estar aun paso de ser presciente (los que no conozcan este término deberían leer más).
Esta es, como he dicho, la técnica básica de entrenamiento de la consciencia. Igualmente, es una técnica que puede, y debe, ser extensible y seguir siendo utilizada hasta que esté automatizada y se realice sin ninguna dificultad.
Igual que en el Yoga se dice que una postura se vuelve perfecta cuando no cuesta ningún esfuerzo mantenerla, cuando puedas realizar esta maniobra mental sin ninguna dificultad, podrás decir que tienes verdadera consciencia.
Cuando llegues a ser verdaderamente consciente, no podrás tener excusas sobre tu comportamiento ("no se por qué he dicho eso", "cuando te enfadas dices cosas que no sientes") y sobre tu estado de ánimo. Ya que si sabes por donde se mueven tus pensamientos, podrás moverlos tu en la dirección que prefieras. Pero esto lo intentaré explicar en sucesivos artículos.
No te rindas si ves que no puedes ir más allá del pensamiento inmediatamente anterior. Sigue practicando y decubrirás los recovecos y caminos que tiende a seguir tu verdadero Yo.
Avanza hacia el Super Yo, o más.
Ánimo.
lunes, 21 de marzo de 2011
Convenciones y Tradiciones
O sea, CABEZONERÍA.
Sí, sí, no miréis para otro lado. Sabéis que todos vosotros tenéis un montón de supuestas certezas basadas únicamente en la cabezonería. Y todas ellas bajo el pseudónimo de "tradición" o algún otro nombre polivalente que usáis de forma indiscriminada (como Ley, Ortografía, Religión, etc.).
Esos nombres se han utilizado, y utilizan, constantemente para cometer las mayores injusticias de que te puedas imaginar (desde suspender a alguien en un examen que determinaría su futuro y el de su familia, hasta torturar animales en público, etc.), y todos tan contentos.
Cierto es que todos vivimos dentro de un contexto, del que, quieras o no, debemos aceptar (al menos hasta cierto punto) las normas. Pero, más cierto es que esas normas se han acordado por conveniencia de unos pocos, convenciendo a los demás de la necesidad y utilidad de las mismas. Date cuenta que, la mayoría de las leyes están basadas en los preceptos de la religión predominante.
Se ha demostrado que, como a todos los animales estúpidos, a los seres humanos básicos, o sea "gente", se les puede adiestrar para que sigan determinados pasos y actúen de determinadas maneras (mentir, es la forma más básica; seguro que te han dicho: "a veces hay que mentir"); por supuesto también, para que piensen de determinadas maneras, dejando totalmente de lado los procesos lógicos, o mejor aun, el sentido común, que les dice constantemente que lo que hacen no está bien.
Claro está que todo eso genera una tensión interna bestial, y lo explico:
Por un lado, te dicen desde bebé, qué es lo que está bien y lo que está mal (que, curiosamente, depende del momento y lugar en el que hayas nacido).
Por el otro lado, tu sentido común, la lógica, memoria genética (o como quieras llamarlo), te dicen que lo que te obligan a hacer está mal (o no es correcto o adecuado o equilibrado o armonioso O NATURAL).
Tu mente empieza a dividirse, en dos o más partes para poder gestionar cosas tan dispares a veces (y enfrentadas, a menudo), y para convencerte de que estás haciendo algo bueno.
Todo ello desemboca en una tensión generada por la necesidad interior de hacer lo correcto y la exterior de hacer lo que te han enseñado a pensar que está bien.
Esa tensión, o es canalizada o acaba saliendo, por sí misma, por donde menos te lo esperas.
Por supuesto, esta es una de las causas de la cantidad de trastornos de conducta, trastornos de personalidad y enfermedades mentales que aparecen, cada vez más, en las sociedades "desarrolladas" o "civilizadas".
¿Cuántos animales salvajes (o pueblos "salvajes") conoces con trastorno bipolar o anorexia?
Así pues, los beneficiarios de esas conductas se ven en la necesidad de enseñar también maneras de dejar salir esa tensión, ó de mantener distraidos a sus peones (modas, televisión, conflictos, deportes famosos). Ya lo hacían los emperadores romanos (y antes) y todavía sigue funcionando. Imagínate pues, que no solo se cometen los mismos errores, sino que se inventan nuevas maneras más espantosas y retorcidas de cometerlos.
Y ¿por qué, creéis que se consiente esto?
Simplemente, no se consiente, es un sistema que se mantiene por sí solo. Los que crean las normas, conocen la verdad, y se benefician de ella. Los que están convencidos de las normas, las aceptan de pleno sin pensar, ni siquiera un poquito, en que esas normas están hechas para esclavizarlos. Y luego están los que se camuflan y hacen como que aceptan las normas, pero conocen la verdad. Estos últimos, pueden beneficiarse en parte, de todo ello, si son capaces de tener presente, constantemente, cual es la verdad y por donde se sale de esa mentira.
Abre los ojos. Crece. Piensa en qué te dice tu interior (el de verdad, no el estómago). Vive en la realidad. No seas uno más, sé más que uno.
viernes, 18 de marzo de 2011
Dulces Malos o Buenos
Poco he escrito sobre nutrición, a pesar de que es un tema que me interesa enórmemente, y sobre el que siempre me estoy informando.
Hoy voy a hablar del índice glucémico de los alimentos. Sobre todo sobre los tipos de hidratos de carbono y cuándo consumirlos.
Para empezar, el índice glucémico es lo que determina cómo de rápido pasa a la sangre el azúcar.
Es decir, los hidratos de carbono se "rompen" y se convierten en trocitos pequeños de azúcar, que pasan al torrente sanguíneo para llegar a donde hace falta.
Cuanto mayor sea el índice glucémico de los alimentos, más rápido se eleva el nivel de azúcar en sangre.
Esto es bueno y malo, al mismo tiempo.
Cuando consumes alimentos con un índice glucémico bajo, la respuesta del cuerpo es producir insulina poquito a poco para ir metabolizando (rompiendo) los hidratos. Sin embargo, cuando consumes alimentos con índice glucémico elevado, la respuesta del cuerpo es la de "pegar un zapatazo" de insulina muy elevado; el nivel de azúcar en sangre sube rápidamente, y después, vuelve a bajar rápidamente.
Hay quien dice que no se debe consumir nunca azúcares y alimentos de alto índice glucémico. Su explicación, es muy razonable: Los alimentos de elevado IG, dan lugar a una respuesta desmedida de insulina, y terminan desembocando en hiperinsulinismo, que está ligado a la obesidad, altos niveles de colesterol, presión arterial, alteraciones del estado de ánimo, diabetes, etc. Y tienen razón.
Pero también, debo decir, que los dulces a veces pueden ser muy recurridos, sobre todo inmediatamente después de hacer ejercicio o, básicamente, cuando te da un "bajón de azúcar".
Y no solo eso, los dulces elevan el estado de ánimo, nada más tomarlos. Es decir, no son buenos para el cuerpo pero son buenos para el espíritu; y está demostrado que el cuerpo se encuentra mejor, cuando el ánimo se encuentra bien.
Por supuesto, el problema se presenta cuando se abusa de ellos, como con todo.
Los alimentos con alto IG son, sobre todo, los que llevan azúcar refinado, el pan blanco, bollería, cerveza (¡qué rica!), y muchos más. Puedes encontrar mucha información en la red buscando "índice glucémico".
También, hay que decir que controles tu consumo de hidratos de carbono si no haces ejercicio, ya que, como expliqué al principio, son el combustible para ejercicios de alta intensidad. Si solamente sales a andar y haces ejercicio suave, el cuerpo no necesita ese combustible.
Si tienes dudas, puedes preguntarme o buscarlas en red.
Cuida de tu cuerpo, y tu cuerpo cuidará de tí.
sábado, 12 de marzo de 2011
Nuestro peor DEFECTO es nuestra mayor VIRTUD
¡Eres demasiado bueno!
¡Tienes mucha mala leche!
¡No te callas ni debajo del agua!
...
Así es. Todos somos mucho de algo, o demasiado poco de algo, o ambas cosas.
Pero, resulta que, eso es precisamente lo que nos hace como somos.
Si eres demasiado bueno, resulta que mucha gente se aprovecha de tí, pero tu sigues siendo como eres y POR ESO eres muy querido y se te aprecia.
Si tienes mucha mala leche, le caerás bien a muy poca gente, pero todos acudirán a tí si hay que defenderse de algo o hay que decir algo de verdad (o hay que liarla).
Si no te callas ni debajo del agua, la mayoría te dirá que eres un cansino, pero casi todo el mundo querrán juntarse contigo cuando quieran tener una conversación o una opinión sobre cualquier cosa.
Si eres MU TONTORRÓN, todos intentarán reírse de tí pero, cuando buscan compañía afable y sencilla y que les hagan un favor, todo el mundo irá a buscarte.
ETC.
TODOS somos de una forma o de otra.
Todos tenemos muchos defectos y alguna (o algunas, en el mejor de los casos) virtudes. Bueno, cierto es que últimamente, en este "mundo" en que vivimos, pocos INDIVIDUOS tienen virtudes (porque la gente es esa masa absurda totalmente falta de virtudes y sobrada de defectos), pero EXISTEN, y eso es lo que debe darnos esperanza.
Básicamente, no debes evitar ser como eres, ni debes ocultar como eres, y NUNCA debes avergonzarte de lo que te hace ser TÚ.
La mayoría se pasan la vida realizando auténticos esfuerzos por ocultar su verdadera forma de ser, ya sea por miedo, para intentar gustar, para procurar no disgustar, etc. Pero eso es una total y absoluta falta da personalidad (por definición) y sentido común, ya que ¿para qué vas a ser de una forma distinta a la que eres para gustar, si tarde o temprano se descubrirá cómo eres y no habrá servido de nada todo eses esfuerzo? O ¿Para qué esforzarse en no disgustar por no ser como eres realmente, si eso va a hacer que tú no te encuentres a gusto contigo mismo y, como pasa en el caso anterior, tarde o temprano se descubrirá cómo eres y que mentiste (y eso sí que disgusta)?
Si eres bueno por naturaleza, pues lo eres y ya está. Si naciste "de mala leche" y parece que se te llevan los demonios, pues aprovecha toda esa energía para algo constructivo (es difícil, pero inténtalo; el entrenamiento físico es excelente). Si eres muy tranquilote, sabrás tomarte las cosas con calma (¡y vivirás más!), porque las prisas son muy malas. Etc.
Piensa bien cómo eres verdaderamente. Sé siempre fiel a tu forma de ser.
Recuerda que, siempre habrá a quien le gustes y a quien no le gustes, pero siendo siempre tú mismo, estarás seguro de que quien se junte contigo por voluntad propia, lo hará de verdad, y que quien no quiera estar contigo también. Todo irá mejor para todos.
No seas mentiroso. No seas cobarde. No seas distinto.
Sé fiel a tu naturaleza. Sé fiel a tí mismo.
domingo, 6 de marzo de 2011
LA VIDA ES UN CHISTE
Si te pones a pensar (ya se que es muy cansado, y eso), en todo. Bueno, no hace falta que pienses en todo, pero casi. A todo, le puedes sacar un sentido cómico.
Acuérdate del dicho: "Al mal tiempo buena cara".
Es muy difícil, es muy cansado, y, sobre todo, puede parecer cruel muy a menudo, pero de todo te puedes reír.
Debes hacer un esfuerzo, abrir la mente, expandir tu comprensión verdadera de la realidad.
Yo vivo bajo la convicción de que todo es un chiste, pero, como los chistes, unos hacen más gracia que otros; algunos son de mal gusto; otros son muy crueles; muchos de ellos no los coges hasta después de mucho tiempo (o nunca). Pero muchos de ellos, pueden ser muy, muy graciosos de verdad.
Todo lo que ocurre puede ser motivo de risa (¡ojo!, que no de alegría).
¿No te ha pasado nunca de que cuando te has hecho daño, mucho daño, en vez de quejarte y lloriquear, te pones a reír. Esa es una risa "muy chunga" y los que te vean pensarás que estás perdiendo la cabeza, pero TE RÍES, lo que demuestra que lo malo no tiene porqué no ser motivo de risa; otra cosa es determinar qué tipo de humor es.
Pero, quieras o no, siempre puedes encontrar un motivo para reír y/o sonreír. De todo puedes sacar algo gracioso, solo que a lo mejor aun no te has dado cuenta.
Con esto no quiero decir que no llores, o que llorar sea malo. Todo lo contrario. Fíjate si será bueno, que a veces lloras de risa, lloras al estornudar, o al bostezar (todas ellas acciones satisfactorias).
No quiero decir nada parecido a que no te tomes en serio las cosas. Lo que quiero decir es que siempre tendrás un motivo para sonreír, si de verdad eres capaz de coger el chiste (y hasta de descojonarte). Además, siempre es más saludable reír que lloriquear. Haz que la gente termine preguntándote que cómo es que siempre vas sonriendo.
¡Jua, JA, jajaj!
Quizá se me ha ido un poco la pinza... Quizá. ¡Pero es todo verdad!
Siempre lo es.
¡Piensa! Y verás que es cierto.
sábado, 5 de marzo de 2011
¿"Pa qué" entrenar?
Para todos aquellos que aun no saben en qué consiste esto, voy a hacer una somera explicación sobre cómo dirigir tu entrenamiento, dependiendo de los objetivos que te marques.
A estas alturas, muy poca gente ignora la relación entre la cantidad de repeticiones y series y el tipo de desarrollo físico que deseas conseguir, pero es muy sencillo.
Básicamente diferenciaremos entre entrenamiento de fuerza, entrenamiento de potencia y entrenamiento de resistencia.
Cuando haces un entrenamiento de fuerza, tus músculos se densifican, pero no tienen porqué crecer de una forma muy significativa (crecen, pero más despacio). El músculo se vuelve más capaz, al igual que los tendones y los huesos. El cuerpo está sometido a un gran nivel de estrés, y el metabolismo aumenta enormemente, de manera que quemas muchas calorías.
Cuando haces un entrenamiento de potencia, el músculo aprende cómo acelerar en el menor tiempo posible. Es decir, cómo llegar a su máxima fuerza en el mínimo tiempo. De esta forma, los músculos crecen, igualmente, de una forma mucho menos significativa, pero los resultados son muy funcionales. Hay que tener cuidado, porque los tendones se ven sometidos a cargas muy grandes, debido a los impactos, por lo que no se debe trabajar en exceso, porque te puedes lesionar fácilmente.
De estos dos entrenamientos se puede decir que aumentan tus capacidades físicas de forma sorprendente, sin cambiar tu apariencia de forma exagerada. Puedes tener una fuerza impresionante y estar relativamente delgado, ó puedes moverte con una potencia brutal (lanzar golpes, saltar, esprintar, etc.) y tener una apariencia normal (esto es lo que bulgarmente se llama "ser todo nervio").
Por otro lado está el entrenamiento de resistencia muscular. Este entrenamiento confiere al músculo la capacidad de mantener un esfuerzo continuado durante largos periodos o altas repeticiones. No confiere un aumento significativo de fuerza, pero el volumen del músculo se ve aumentado rápidamente, debido al aumento del flujo sanguíneo en la zona trabajada, y al aumento de los depósitos de glucógeno. Así mismo, el volumen se pierde rápidamente si se deja de realizar este trabajo. Es por eso que, mucha gente de los gimnasios tienen los músculos grandes, pero cuando llevan una semana o dos sin entrenar se les quedan fofos y reducen su tamaño considerablemente.
Así pues ¿cómo se entrena cada cualidad?
- Para entrenar la fuerza debemos trabajar con un peso que nos permita realizar entre 3 y 6 repeticiones. Es decir, mucho peso y pocas repeticiones, realizadas a baja velocidad y muy buena técnica.
- Para entrenar la potencia también debemos realizar pocas repeticiones (se recomienda un máximo de 8), pero de manera explosiva (a la máxima velocidad que podamos).
- Para entrenar la resistencia muscular, debemos entrenar con poco peso y repeticiones altas, a partir de 12 repeticiones.
Si tu meta es conseguir músculo para que se vea, pero quieres ganar algo de fuerza por el camino, puedes realizar entre 3 y 5 series de entre 8 y 12 repeticiones, que es como suelen trabajar en los gimnasios
Si lo que quieres es ganar fuerza sin aumentar demasiado tu tamaño y peso, puedes realizar el muy conocido método 5x5. Es decir, 5 series de 5 repeticiones.
Si quieres ser una máquina imparable e incansable, puedes realizar entre 3 y 5 series de todas las repeticiones que puedas.
Si necesitas o quieres aumentar tus rapidez y potencia, puedes realizar entre 3 y 4 series de entre 3 y 8 repeticiones, de forma explosiva.
Recuerda que depende siempre de tus objetivos, el que entrenes de una forma o de otra.
Recuerda también que para mejorar físicamente no hace falta sólo hacer ejercicio, hay que descansar adecuadamente y comer adecuadamente.
Si quieres o necesitas más información, no te cortes en preguntar lo que quieras y/o consultar la red.
Y ya sabes, ¡no seas mierdecilla y haz algo!
martes, 1 de marzo de 2011
Promesas y Esperanzas
¿Cuántas veces no hemos dicho, en voz alta, "¡no volveré a hacer esto!"? ("voy a dejar de fumar", "voy a dejar de morderme las uñas", "voy a dejar beber así", etc.).
Los que tenéis cerca os dicen: - Sí, sí, decías que ibas a dejar de hacer "eso", pero luego sigues haciéndolo (pocas veces, pero sigues); así que era mentira -. Pero, básicamente, muy pocos tienen en cuenta cómo es la persona que lo dice.
Debemos tener en cuenta que ninguno somos dioses (¡Ehem!) y/o infalibles (¡Ehem, ehem!), así pues, NOS EQUIVOCAMOS, cometemos muchísimos fallos. Entre ellos, y quizá el principal fallo que cometéis, es que no sois tan responsables de vuestras palabras como debiérais.
Muy a menudo, la mayoría de la gente, lo que quiere decir, al afirmar que no va a volver a hacer algo, es que desea, fervientemente, no volver a hacerlo.
Nunca (o casi) hay que pensar mal si no está dejando, o se ha dejado, de hacerlo. Sólo, el mero hecho de haber modificado la conducta en la dirección adecuada, aunque no sea suficiente, es algo a tener en cuenta y es algo que hay que premiar (fomentar, valorar, motivar, etc.).
Si tenéis cerca a alguien que está haciendo propósito de dejar algo, ó de comenzar a hacer algo, que le cuesta mucho, no tiréis por tierra todas sus esperanzas despreciando lo haya conseguido, sino que, anímale (de la forma que sepas) a que siga avanzando y a que se exija más a sí mismo.
Todo gran viaje comienza con un pequeño paso, ¿no?. Y no hay que ser exigente con los demás si no lo somos con nosotros mismos (de esto ya hablaré más adelante). Así que, todos, empezad siendo más exigentes con vosotros, y menos con los demás, ya que nadie es como tú.
Reflexionad sobre ello y evolucionad.
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