domingo, 19 de julio de 2015

Bueno Para el Cuerpo, O Bueno Para el Alma?



Independientemente de entrar en un debate acerca de la existencia o no del alma (no me seáis capullos), este artículo trata sobre el ánimo, estado mental, espíritu (o como pollas sea menester llamarlo).

Cierto es que vivimos rodeados de estudios megaprestigiosos que demuestran esta o aquella propiedad perjudicial o beneficiosa para la salud de cada puñetera cosa que pueda caer en nuestras manos.

Cierto es también que, cada cierto tiempo, aparecen otros estudios igualmente megaultraprestigiosos (o más!), que contradicen los anteriores.

Pero más cierto es aun, que todos ellos no nos cuentan nada nuevo.

Perfectamente sabemos, por nosotros mismos, como lo sabe cualquier animal de la naturaleza, que cosas son buenas y cuáles son malas y para qué.

Al mismo tiempo, todos sabemos que lo que afecta al estado de ánimo, afecta a la salud, y vice versa.

En las artes marciales internas, como el Tai chi, siempre se ha dicho que debes extender la sonrisa por todo el cuerpo, de manera que al sentirte bien, el cuerpo esté bien.

Se ha comprobado, desde hace milenios, que después de una batalla, los soldados del bando vencedor, se recuperaban antes de sus heridas que los del bando derrotado.

Siempre se ha sabido que hay sustancias que, por el mero hecho de hacerte sentir mejor, te hacen mejorar la salud.

Una mala postura refleja un mal estado de ánimo. y, al contrario ocurre igualmente: una buena postura implica un buen estado de ánimo.

Harto estoy de demostrar que, si algo depende exclusivamente de tí, y estás convencido de que puedes hacerlo, lo vas a conseguir, intependientemente de lo que la lógica te dijese. A eso se llama "superarse".

Hay cosas que consumimos que no son en absoluto buenas para el organismo. Pero que nos hacen sentir bien. Pongamos el caso más claro: el azúcar.
Es una sustancia sobre la que ya he escrito explicando lo malísima que es.
Pero os hace sentir bien, ¿verdad? (yo me excluyo, porque la mayoría de las veces me sienta mal).
No obstante, hay contadas situaciones donde lo que mejor te puede hacer sentir es un subidón de azúcar. Y, como es una cantidad pequeña, tu cuerpo puede reequilibrarse facilmente.

Peeero.
¿Qué pasa si te acostumbras a tomarlo habitualmente?
Que tu cuerpo no se reequilibra y empiezas a padecer los efectos negativos del azúcar y casi nada los positivos.
Apenas te hace sentir mejor, pero enseguida notas los bajones. Y quieres más.

Luego está el caso de volverse excesivamente capullo a la hora de hacer la guerra contra las sustancias "nocivas".

Por ejemplo, vas a comer a un "restaurante" de comida típicamente calórica, llena de rebozados, grasas, carnes y patatas fritas. ¿¡Y pides ensalada, sandwich de pavo y agua, porque es más sano!?
¡Cojones!
¡Pa eso no vayas ahí!
Ya que has elegido ese sitio en concreto, llénate de cosas que te hagan sentir de puta madre!
Para comer sano tienes el resto de la vida!

Lo mismo pasa con otras cosas.
Las bebidas alcohólicas, el tabaco, los videojuegos, las pipas, etc...

No debes consumirlas como algo habitual, sin pensar en lo que haces. Debes consumirlas como algo especial, siendo consciente de por qué lo haces y disfrutándolas al máximo.

Otra cosa estúpida de este mundo de mierdosos hipócritas:
Está bien visto que alguien esté tomando cinco o seis pastillas al día porque se las ha recetado el médico.
Si alguien dice que se ha tomado una pastilla porque le dolía esto o lo otro, nadie se extraña.
Si alguien dice que necesita algo de azúcar, es algo normal.
Pero si alguien dice que necesita "un trago" o que le apetece una cerveza a las 10:00 de la mañana, se escandaliza casi todo el mundo y lo tildan de alcohólico.
Si alguien dice que se bebe unas cuantas cervecitas todos los días, está mal visto.
Pero si alguien te dice que se aprieta cuatro o cinco galletas de chocolate después de cenar, está bien visto.
Y, date cuenta que la cerveza la inventaron los antiguos egipcios hace milenios y que el 95% de lo que contiene es agua, vitaminas y sales minerales.

No pienses en tener cuidado de lo que consumes en ocasiones señaladas. Piensa en hacerlo bien la mayor parte del tiempo, y disfruta a lo bestia!

Espero que TU no seas un mierdoso hipócrita. Y, si lo eres, ¡¡DEJA DE SERLO!!

Como habré dicho alguna vez:
Cuando un placer se convierte en un vicio; TU te conviertes en un GILIPOLLAS.

Ya sé que no estoy explicando nada nuevo.
Pero, por si acaso, lo explico.

Ála!
Ahí queda eso.
Espero que lo hayáis disfrutado y reflexionéis sobre ello.
Comentad si os place.

4 comentarios:

  1. Buena entrada. Gracias de nuevo. Esperando una nueva entrada.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Soy de tu opinion, kreo en ti amigo.

    ResponderEliminar
  3. Soy de tu opinion, kreo en ti amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eres de mi opinión por duplicado!
      Miles de gracias!
      Por cierto: tu nombre mola

      Eliminar