miércoles, 12 de junio de 2013

Teléfonos "Smart" Para un Mundo "Stupid"



Los coches aparcan solos.
Los aparatos cocinan solos.
La comida ya está preparada.
La gimnasia se hace sola en los aparatos del gimnasio.

Y todos tan contentos. Cuanto más fácil nos lo pongan todo, mejor. Cuanto menos nos esforcemos, mejor.

Los teléfonos móviles fueron creados, supuestamente, para mejorar las comunicaciones, pero ahora parece que no puedes ir a ningún sitio sin el puto aparatito. Y digo "aparatito" (con diminutivo) en coña, porque, con la cantidad de gilipolleces que tienen hoy en día, cada vez son más grandes. Además, me hace muucha gracia que casi todo el mundo quiere tener un teléfono de nueva generación; cuanto más moderno, mejor. Con conexión a internet de nosecuantos megas. Y, por supuesto, con pantalla super táctil, porque mola más frotar el dedo por la pantalla que pulsar teclas (no sea que te canses). Y con reproductor de tropecientos formatos de música con una calidad de sonido que te cagas (¿es que no existen los reproductores de música de bolsillo?).
Y, ¿para qué lo quieren? pues para watssapear y twitear y GILIPOLLEAR. Desde luego que no lo quieren para aprovechar al máximo todas las posibilidades tecnológicas y de conocimiento que ofrecen esos aparatos.
Y, sí, se supone que se han mejorado las posibilidadaes comunicativas hasta límites ridículos, pero la realidad es que cada vez hay menos comunicación y ésta es de peor calidad.

Por ejemplo:
- Un grupito de amigos quieren organizar una comida en casa de uno de ellos.
- Todos tienen el "wacha" de las narices y, como no les cuesta nada (aparte de tener que pagar el contrato de conexion a internet) empiezan a proponer cosas para la comidita...
- Después de dos días, y de cientos de mensajitos, por fin han acordado el día de la comida (Bién!).
- Al tercer día, ya saben quiénes van a ir y dónde va a ser la comida, pero aun queda por determinar la hora.
- A duras penas, al cuarto día, por la tarde, justo el día antes de la comida, ya se han juntado para comprar las cosas (pero no han parado de intercambiar mensajes).
¡Apenas han hecho falta unos 400 y pico mensajes y cuatro días para conseguirlo!
¡Para que veas lo mucho que han mejorado las comunicaciones!

Lo más gracioso es que los teléfonos móviles los pusieron de moda los imbéciles que realmente no tenían nada que decir pero sí tenían muchas ganas de hablar.
Ahora es lo mismo, sólo que a través de más canales de comunicación. La gente sigue siendo imbécil y siguen comportándose como imbéciles y siguen diciendo imbecilidades, sólo que a través de medios más caros y ocupando más ancho de banda.

El microondas se creó como un aparato con el que podías cocinar prácticamente de todo ahorrando tiempo y energía.
Todo el mundo tiene un microondas en casa.
Y casi todo el mundo lo usa, casi exclusivamente, para calentarse el café (o la leche, o el agua para el té, o lo que quieras tomar) y recalentarse la comida.
Prácticamente nadie cocina con el microondas, porque o no sabe o no quiere aprender.
Eso sí, tiene que ser un microondas super chulo (y caro) para que quede bien en la cocina.

Supuestamente los coches fueron creados para mejorar la capacidad de desplazamiento... Antes se decía "¿Te acompaño?" y ahora se dice "¿Te llevo?". Se tarda menos en llegar a todas partes, pero se aprovecha el tiempo la mitad, se hacen menos cosas y se va a todas partes con prisas. ¿A ver cómo te lo explicas?

Es más, ahora casi todo el mundo quiere comprarse un coche diesel, porque están convencidos de que consumen menos y que el precio del gasóil es más bajo que el de la gasolina. Pero debe ser un coche con muchos caballos, para que corra mucho.
Y sí, consumen menos, pero ¿a qué precio?
Contaminan más, por lo que pagas más impuestos. Son más caros. La conducción de un diésel no es, ni de coña, tan buena como la de un gasolina. Las revisiones y piezas de repuesto son más caras.
Y muchas otras cosas más.
Además, debido a todo esto, para rentabilizar todas estas desventajas, deberías hacer entre 300.000 y 500.000 km más de los que harías con un gasolina.
¡Qué bien! Aun así, soy gilipollas y, como nunca pienso por mí mismo, quiero comprarme un diésel, independientemente de todo lo anterior, porque consumen menos.

Quiero comprarme un ordenador para mi casa. Pero ya que me compro uno, quiero que sea uno que mole. A ser posible un portátil, porque son más chulos que los sobremesas (pero más caros). Como lo quiero, principalmente para jugar a videojuegos y para chatear, ver películas y descargarme la peor música que existe en el Universo, debe tener una buena tarjeta gráfica y un buen sonido y, por supuesto, debe molar por fuera.
Pero luego, como soy totalmente imbécil, se me cae cada dos por tres y como no tengo ni la más reputa idea de ordenadores, enseguida se me llena de mierda y, o se me rompe en nada de tiempo, o tengo que pagar un pastón a alguien para que me lo limpie, o me he cargado la batería, etc.
Eso sí, "Mira cómo mola mi portátil nuevo. Sirve para un montón de cosas (de las que no tengo ni idea)!!"

Pues así es con todo.
Muuuuuchos avances tecnológicos para darles la misma funcionalidad que se le daba a los palos y a las piedras.

La tecnología avanza, pero el pensamiento humano no para de retroceder.

Así que, para terminar, te diré lo que ya te he dicho muchas veces: No pienses en tener más. Piensa en aprovechar al máximo lo que tienes.

No seas un borrego más.
Simplifica tu vida, optimiza tus opciones. 
No aumentes lo que tienes, aumenta lo que eres. Crece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario