miércoles, 6 de abril de 2011

Mal Gusto



"Me he apuntado a un gimnasio y estoy reventado/a porque el monitor (un cachitas "media ostia" y falto) me ha puesto una tabla de spinning (pedalear a "to estrozo", en una bicicleta estática de estilo futurista, con música chorra), body-pump (hacer mariconadas con una barra de pesas) y Pilates (pseudo idiotez derivada del yoga y la gimnasia y, curiosamente, creada por un ex-boxeador, para las señoras ricas que, por supuesto, no quieren esforzarse una mierda), y me duele la espalda. Fíjate que yo le dije que sólo quería hacer la "operación bikini"............................................................ ¡O sea, tía!"

Vamos, que:
Estoy a ver si hago lo que debería haber estado haciendo durante el resto del año, pero que no me ha dado la gana, y que ahora tengo que hacer a lo bestia y con prisas. Sólo con la finalidad de adaptarme a los cánones sociales actuales, según las temporadas, etc.

Planteemos la cuestión desde donde debemos: ¡desde la cabeza, coño! Lógica, sentido común, raciocinio, NATURALIDAD:
Si tienes que gustar a alguien o estar a gusto con alguien, es contigo, principalmente.
Si tienes pareja, es una persona más a la que debes gustar, supuestamente y preferiblemente.
Si tu familia es importante para tí hasta ese punto, también deberías gustarles.
¿Amigos? También, por supuesto.

Pero, a todos ellos, si no les gustas como eres, es que no les gustas realmente, incluido tú mismo. Y, por tanto, no merece la pena ningún esfuerzo por cambiar nada, ya que esas personas a las que no les gustas, no les gustarás nunca. Si acaso, les gustará algo que no eres tú o algo que a ellos les gustaría que fueras (es como: me gustaría ese coche si tuviera otras ruedas, otra carrocería, otro color, etc.).

Así que, si quieres cambiar para mejorar, eso es muy loable y es lo que debes hacer cada día, pero nunca dejando de ser como eres de verdad. De hecho, cada día, debes hacer todo lo posible para ser mejor y para corregir tus errores y fallos.

Pero, nunca, NUNCA, debes intentar dejar de ser como eres para gustar a quien no debes, porque nunca merecerá la pena.

Si quieres estar en forma de verdad, haz ejercicio regularmente  y de forma equilibrada, y come adecuadamente. Eso te proporcionará la apariencia que mejor se adapte a tí.
Si quieres gustar a la gente, sé como eres de verdad 100%, y gustarás a quien tengas que gustar. Y a quien no gustes, se notará desde el principio, y eso que te ahorras.
Los cambios en una dirección diferente a la tuya, nunca quedan bien (morena con pelo rubio, birrioso de huesos estrechos con los músculos de los brazos gordos, bajita/o con tacones, chico/a con huesos anchos y excesivamente delgada/o, etc.).

No seas distinto por épocas o por partes o en determinadas situaciones. Eso es el mal gusto. Mejora constantemente. Pero siendo siempre tú.

No hay comentarios:

Publicar un comentario