viernes, 4 de noviembre de 2011

Herramientas para entrenar VI. Entrena con Piedras



Sí, señor.
Siempre hay cosas nuevas que en realidad son viejas pero que, de puro obvias que son, las pasamos por alto.
Y es que somos muuu tontos.

Pero, mejor darse cuenta tarde que nunca.

¿Qué os voy a proponer ahora?
Pues ENTRENAR CON PIEDRAS.

Como ya os conté en otro artículo, desde siempre se ha entrenado con piedras. Y no me refiero a tirarse piedras a la cabeza, para mejorar la puntería (aunque puede estar bien para entrenar reflejos...). Me refiero a irse al campo o a un parque, o en tu patio (si lo tienes), coger una piedra que puedas levantar, y realizas todos los ejercicios que se te ocurran con ella.
Puedes hacer levantamientos olímpicos (clean & press, snatch), puedes hacer "press militar", "press tumbado", remo inclinado, sentadillas abrazando la piedra, pesos muertos, zancadas, puedes dar un paseo con ella, puedes atarla una cuerda y correr tirando de ella, etc.
Realiza unas cuantas repeticiones de cada ejercicio como harías con la barra larga.

Levantar piedras esféricas, es una de las pruebas de las competiciones de "strongman". O sea, que hay que estar fuerte.

El maestro Mas Oyama, fundador del Karate Kyokushinkay (el estilo más duro de Karate), se fue a entrenar solo a la montaña para hacerse más fuerte. Entrenó solo durante unos seis meses, levantando piedras, troncos, golpeando árboles y piedras y luchando con las bestias del monte (esto último no se si será cierto). El caso es que, cuando regresó, estaba hecho una bestia. Pegaba puñetazos que partían lo que pillaban (brazos, costillas, piedras). Entre sus hazañas está la de partirles los cuernos a varios toros con las manos desnudas e incluso matar a uno de un puñetazo.
Ya se que es una crueldad estúpida y penosa matar a un pobre toro para demostrar que eres un machote, pero símplemente date cuenta de la fuerza, potencia y concentración para hacerlo.

Muchos otros maestros han entrenado con piedras desde el principio de los tiempos, y todos ganaron muchísima fuerza.

Entrenar con piedras tiene varias ventajas:
  1. No tienes un numerito en la piedra que te diga cuánto pesa, por lo que no te obsesionas con el peso, lo levantas, te pones fuerte, y ya está. Cuando lo levantes con facilidad, coges otra más grande.
  2. Como las piedras no suelen tener formas cómodas, ni simétricas, ni tienen asas para agarrarlas, tienes que esforzarte para agarrarla bien, por lo que trabajarás un montón los músculos de los antebrazos y de las manos, así como casi todos los demás, porque tendrás que estabilizar el peso.
  3. Como entrenas en el exterior, respiras aire en condiciones, te aguantas con el clima que haya, y, muy importante, no tienes miedo de que se te caiga el peso y rompa el suelo, por lo que puedes soltarlo de golpe cuando no puedas más y/o lanzarlo para entrenar la potencia.
  4. Son gratis.
  5. Mola un montón verte a tí mismo levantando piedracas como un animal (¡¡Jua, jua, jaa!!).
Fíjate en que las piedras pesan "un güevo", así que no te sientas Hulk, y empieza con algo manejable, no sea que te hagas daño.
Cuidado con los pies (los tuyos y los de los demás).
Y cuidado con la ropa que lleves, ya que si te rozas mucho con la piedra se te puede rasgar. 

La densidad media de la piedra es de 3 a 4 gramos por centímetro cúbico, así que una piedra más o menos esférica de unos 20 cm de ancho, pesará unos 14 kg, y una de 40 cm, puede pesar unos 100 kg. Esto es para que te hagas una idea.

Hay varios vídeos en la red, de quedaos que entrenan con piedras y algunos tienen entrenamientos muy curiosos y originales. Sobre todo los encontrarás buscando en inglés "stone lifting" o "stone workout" o lo que se te ocurra.

Así que, aprende de los antiguos (sobre todo de los trogloditas) y sal fuera, coge algo pesado y levántalo, muévelo, date un paseo con ello y a entrenar con lo que sea.

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