jueves, 17 de febrero de 2011

Cuidado con los deseos


¡Qué rica está la comida italiana! ¡Qué buenos son los perfumes de Francia! ¡Qué coche tiene el vecino! ... Tengo el pelo rizado y me gusta alisármelo porque me queda mejor... Quiero ser más alto... Quiero estar más delgado... Quiero los ojos azules.................. ¡COPÓN!

 
Casi todo el mundo se pasa la vida deseando lo que no tiene.
Casi todo el mundo se pasa la vida sin disfrutar lo que tiene.
Casi todo el mundo desperdicia la vida.

 
"Tengo unos amigos que son de ... y me dieron unos bombones que estaban..." y a todo se le atribuyen capacidades paranormales!!: que si te tomas uno de estos, estás "nosecuanto tiempo sin dormir (o cagar, o comer, etc.)", "que como los chicos/as de "nosedonde" no los hay en ningún sitio; que tienen las/los nosequés muy grandes", "que si tal coche corre más", "que si con una casa más grande podría...", bla, bla, bla.

 
Fíjate qué sencillo es esto:
  • Supongo que casi todo lo que posees es porque lo has adquirido/conseguido de una forma u otra.
  • Para haberlo conseguido, supongo que, en algún momento, tuviste que desearlo.
  • Ergo (en latín: "o sea"): En algún momento conseguiste lo que deseaste y/o lo que tienes son deseos hechos realidad.
  • Así pues, tienes al menos un motivo para estar feliz o satisfecho (un motivo por cada éxito conseguido).
  • Si no ves esto así y, en vez de eso, deseas lo que no tienes o no puedes conseguir, estas desperdiciando (más bien, despreciando) los motivos que tienes para ser feliz.

 Ya ves que es bastante sencillo, pero muy pocos son capaces de verlo. Ya ves que muy pocos quieren ser felices. Muy pocos DESEAN seguir teniendo motivos.

 
Reflexiona y sonríe, que siempre hay razones.

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