jueves, 3 de febrero de 2011

MENTIRA COCHINA!!

¿Quieres alcanzar el Super Yo?
Y, más aun, ¿quieres alcanzar el Super Yo Más? (JUÁJAJAJ!!)
Pues, muy sencillo... no es.
¿Porqué?
Porque, lo primero que tienes que hacer es empezar a darte cuenta de la cantidad de veces que mientes (o que niegas la realidad), cada día.
¡Sí, sí! ¡Cada día! ¡Y un montón de veces!

Si quieres desarrollarte COMPLETAMENTE (con mayúsculas), tienes que zafarte de todas esas cosas que te hacen estar estancado en el mismo estado.
Cada vez que mientes o te quieres creer una mentira, estás poniendo una barrera donde no debería haberla. Ya que, de no ser por la mentira, aceptarías las cosas como son y seguirías adelante.
Con esto no quiero decir que no puedas crecer, evolucionar, desarrollarte con mentiras; quiero decir que con mentiras te desarrollarás de una forma errónea, ya que, al haberte puesto TU SOLO una barrera, para seguir avanzando, debes, o romper esa barrera, o dar un rodeo. Ambas cosas retrasan tu desarrollo, pero si la rompes, estarás empezando a aceptar la realidad y avanzarás en la dirección adecuada. Si das un rodeo, te estás desviando del curso que deberías seguir, por lo que, difícilmente, llegarás a la meta que te planteaste al principio.

Vamos a hacer una prueba. Es muy dura para la mayoría de la gente. Consiste en proponerte, DE VERDAD, pasar un día sin mentir. ¡Sí, sin decir ni una mentira!
Al final del día, evalua tú mismo/a cómo te sientes. ¡Mejor aún! Evalua cómo te sientes cada una de las veces en la que estás acostumbrado/a a mentir (por compromiso o convención social) y has conseguido no hacerlo.
Verás que, al principio puede que te sientas un poco mal, quizá algo extraño; pero te aseguro que, al final, sentirás un gran alivio, y, lo que es más importante, tendrás la maravillosa sensación de que has hecho lo correcto.

Si consigues pasar un día entero sin mentir a los demás, intenta extenderlo al resto de tu vida. Más adelante estará el reto de empezar a no mentirte a tí mismo (sobre este último tema os iré dando unas pautas poco a poco, más adelante).

Sé tu mismo, de verdad. Desarróllate plénamente. No seas cobarde y empieza a ver y mostrar las cosas como son, no como queréis que sean.

¡Hála, ahí queda eso!

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